ChatGPT Atlas ya está aquí. Es la mayor pesadilla para la historia de Google
OpenAI ha lanzado Atlas, su primer navegador, y Alphabet ha visto evaporarse 150.000 millones de dólares de capitalización bursátil en cuestión de horas. Las acciones cayeron un 4,8% poco después del anuncio, recuperándose ligeramente hasta cerrar con un descenso del 2,4%.
La reacción del mercado no fue casualidad: Atlas no es (solo) Chrome con un chatbot pegado encima, es un navegador pensado desde cero alrededor de ChatGPT.
Pero la funcionalidad estrella es el "modo agente", reservado de momento para suscriptores de pago: ChatGPT toma literalmente el control del ratón y el teclado, navega por la web en tu nombre, completa formularios, investiga opciones de viaje, añade ingredientes al carrito de la compra.
En la demostración de ayer, un desarrollador de OpenAI mostró cómo el agente encontraba una receta y compraba automáticamente todos los ingredientes, un proceso que tardó varios minutos pero que no requirió intervención humana.
Las cifras. OpenAI tiene 800 millones de usuarios activos semanales de ChatGPT, el doble que en febrero. Chrome cuenta con 3.000 millones y el 71,9% de cuota mundial. Google controla el 90% del mercado publicitario en búsquedas.
Atlas suena a preludio de la publicidad llegando a ChatGPT. De alguna forma tienen que monetizar a los usuarios gratuitos, que no solo no pagan a OpenAI, sino que les cuestan dinero. Y si OpenAI entra en la publicidad, Google tiene más que perder: pueden ser ingresos que dejan de llegarles a ellos.
Sí, pero. Las pruebas iniciales de agentes de ChatGPT han mostrado resultados lentos e imprecisos, donde es muy efectista ver al navegador hacer tareas por nosotros, pero también mucho más lento que si nosotros nos encargamos de unos pocos clics. Además, las alucinaciones siguen ahí.
Internet Explorer parecía invencible en 2007. En cinco años, Chrome lo había superado ofreciendo algo sustancialmente mejor. La caída de 150.000 millones en la capitalización de Alphabet es la señal de que los inversores creen que hay posibilidades de que la historia pueda repetirse.
En este blog La privacidad está muriendo desde que llegó ChatGPT. Ahora nuestra obsesión es que la IA nos conozca lo mejor posible
Imagen destacada este blog con Mockuuups Studio
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