Elon Musk quiere conquistar el mundo de la gastronomía, pero los chefs más reconocidos del mundo rechazan su propuesta
La figura de Elon Musk se ha convertido en una especie de grieta para el mundo entero, después de que el magnate sudafricano se convirtiera en parte de la administración de Donald Trump, en el gobierno de los Estados Unidos.
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Desde Tesla, claramente por mandato de Musk, quieren que la experiencia de la estación de servicio sea totalmente placentera. Buscan revivir la vieja “comida de camino”, con instalaciones retro futuristas, que ofrezcan todo tipo de servicios de entretenimiento a los usuarios.
La idea de Elon Musk es que esto no sea una simple parada para recargar energía en los Tesla. El objetivo es emular las viejas cafeterías de los años 60, 70 y 80, en las que hasta incluso se proyectaban películas al estilo de auto cinema.
“Voy a instalar un autocine de la vieja escuela, patines y un restaurante de rock en una de las nuevas ubicaciones de Tesla Supercharger en Los Ángeles”, había dicho Elon Musk en un mensaje de la entonces Twitter, en el 2018.
Todos le dicen que no
este blog se hace eco de una reseña de The New York Times, en las que informan que dos nombres importantes en el negocio de la gastronomía, Caroline Styne y Suzanne Goin, rechazaron la propuesta de trabajar para una estación de Tesla, por miedo a que eso “manche” sus nombres.
De hecho, cuentan que Caroline Styne impuso una postura política con una acción indirecta: cambió su auto eléctrico de Tesla por uno de BMW.
El mundo de la gastronomía se revolucionó con este movimiento y se generó una especie de discusión, en la que algunos chefs decidieron mostrar su postura política y se le ofrecieron a Musk para trabajar en el concepto del menú de esta futura estación.
