La IA promete disparar la productividad de las empresas: el problema es que no la estamos midiendo bien
La inteligencia artificial estå transformando el mundo laboral y empresarial a una velocidad nunca antes vista. Sin embargo, este avance tecnológico también plantea un reto importante: medir el impacto real de la IA en la productividad. Las métricas tradicionales no capturan correctamente el aporte de la IA ya que solo se centran en factores concretos del proceso, no en lo que los economistas denominan productividad total de los factores.
Dicho de otro modo, no basta con que solo mejore un determinado eslabón en la cadena de producción, sino que la mejora debe darse en todo el proceso, obteniendo un mayor valor de todos los recursos utilizados en él. Por ello, una de las asignaturas pendientes serå desarrollar herramientas adecuadas para medir la productividad que aporta la IA en esos nuevos paråmetros.
La "curva J" de la productividad. HistĂłricamente, las innovaciones tecnolĂłgicas han seguido un patrĂłn conocido como "curva J de productividad". Erik Brynjolfsson, economista y profesor de Stanford, explica que este modelo describe cĂłmo las empresas que adoptan nuevas tecnologĂas en sus procesos experimentan inicialmente una reducciĂłn en su productividad, para luego rebotar y repuntarla. Algunos ejemplos se vieron con la adopciĂłn de la mĂĄquina de vapor, la electricidad o el uso de computadores, cuyos efectos positivos demorarseon dĂ©cadas en consolidarse.
La IA generativa no escapa a este patrĂłn. Aunque algunas compañĂas puedan experimentar un crecimiento en su productividad, muchas afrontan una caĂda inicial por la necesidad de adaptar sus procesos internos y formar a sus empleados, haciendo que ese incremento en la productividad se aplace en el tiempo.
La IA por defecto es un error. Una prueba de que la IA por sĂ sola no representa una mejora en la productividad es el estudioque llevĂł a cabo la Universidad de Pennsylvania y Harvard Business School. El estudio descubriĂł que el uso de ChatGPT tenĂa un impacto inmediato en la resoluciĂłn de determinadas tareas, mientras que otras se resolvĂan en menos tiempo cuando las llevaba a cabo un humano sin intervenciĂłn de la IA.
Por lo tanto, el paradigma de crecimiento productivo solo por el hecho de haber implementado IA tiene un enorme asterisco que queda condicionado por el tipo de industria y actividad econĂłmica que se desarrolla ya que la implementaciĂłn de la IA en el ĂĄmbito de la manufactura o el sector primario requiere de una mayor inversiĂłn y tiempo adaptaciĂłn que para el sector de servicios o el financiero.
El tiempo es el mejor indicador de productividad. Un artĂculo publicado en Bloomberg sobre este tema hacĂa bandera del dicho popular "el tiempo es oro" señalando que la automatizaciĂłn de la IA puede ser un "arma arrojadiza" que haga mejorar la productividad de unos sectores, pero hundir la de otros. Su autora ponĂa de ejemplo los quioscos de autopago que ya tienen algunos establecimientos de comida rĂĄpida.
Con ellos, la empresa se ahorra el salario de algunos cajeros recibiendo los pedidos y cobrĂĄndolos, lo cual incrementa la productividad de la empresa. Sin embargo, hace uso del tiempo no remunerado de los clientes. ¿Y si esos clientes fueran otras empresas? Su productividad se verĂa afectada ya que sus empleados deben emplear su tiempo haciendo "sus pedidos" y cargando con el coste de la automatizaciĂłn que se estĂĄ ahorrando su proveedor.
La nueva mina de oro no es hacer mĂĄs, sino menos. Este planteamiento pone sobre la mesa el papel de la IA en la industria para aprovechar su capacidad de automatizar procesos que consumen mucho tiempo en la jornada laboral de los trabajadores (como ya apuntaba Amazon), y dedicar ese tiempo a mejorar sus productos y procesos de producciĂłn, tal y como apuntaba Jensen Huang.
En lugar de medir la productividad en tĂ©rminos de cuĂĄnto hace un empleado, tal vez deberĂan tomarse nuevas mĂ©tricas que recojan factores como a quĂ© dedica su tiempo de trabajo y cĂłmo estĂĄn mejorando el producto. Esto supone un gran cambio con respecto a las mĂ©tricas industriales basadas en la cantidad de producto producido por hora.
En este blog "Me quedan tres años de trabajo": cada vez mås directivos de la IA creen que la IA les terminarå quitando el puesto
Imagen Unsplash (Remy Gieling)
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