Steve Jobs quiso contratar a "gestores profesionales" para Apple: fue un desastre porque solo sabĂ­an gestionar, no liderar

Steve Jobs quiso contratar a "gestores profesionales" para Apple: fue un desastre porque solo sabĂ­an gestionar, no liderar
steve jobs quiso contratar a "gestores profesionales" para apple: fue un desastre porque solo sabĂ­an gestionar, no liderar

La resistencia de la generación Z a ascender a puestos de gerencia, ha puesto al liderazgo y sus capacidades en el centro del debate laboral. La Apple de Steve Jobs también tuvo que hacer frente a ese dilema cuando, a principios de los 80, comenzaba a convertirse en una gran empresa tecnológica. Jobs sacó importantes lecciones sobre gerencia de esa etapa.


En una entrevista grabada a mediados de los 90, el cofundador de Apple contaba que, ante el potencial de crecimiento de Apple, sus responsables acordaron optar por lo que llamaron "gerencias profesionales". Es decir, directivos profesionales y bien formados que dirigieran a los equipos de Apple.


Jobs tenĂ­a una particular teorĂ­a sobre quiĂ©nes eran los mejores gestores para sus equipos: "¿Sabes quiĂ©nes son los mejores gerentes? Son los grandes contribuyentes individuales que nunca quisieron ser gerentes, pero deciden que tienen que serlo porque nadie mĂĄs va a poder hacer un trabajo tan bueno como ellos".


Aunque esta teorĂ­a puede haber funcionado en muchos casos especĂ­ficos, la tendencia generalizada de premiar a los mejores trabajadores (o a aquellos que mejores relaciones internas tienen) no siempre produce los mejores resultados, induciendo a lo que se conoce como Principio de Peter.


Uno de esos casos de Ă©xito fue Debi Coleman, miembro del equipo original que desarrollĂł el Macintosh que, como ella misma reconocĂ­a en la entrevista, no tenĂ­a la formaciĂłn necesaria para el puesto. "Era imposible que alguien mĂĄs me diera la oportunidad de dirigir este tipo de operaciĂłn. Soy consciente del hecho de que habĂ­a un riesgo increĂ­blemente alto, tanto para mĂ­ personalmente y profesionalmente, como para Apple como empresa, para poner a una persona como yo en este trabajo".


Sin embargo, Steve Jobs dio en el clavo con su nombramiento. Coleman se convirtió primero en directora financiera del departamento de Macintosh, para posteriormente dirigir las finanzas toda la compañía y convertirse en la responsable de impuestos y tesorería de Apple hasta 1992. Hasta su muerte, en 2021, se consideró a Coleman como una de las directoras financieras tecnológicas mås destacadas. "Queríamos personas extraordinariamente buenas en lo que hacían, pero no necesariamente eran profesionales experimentados en hacerlo".


Una de las claves para que la estrategia de liderazgo de Steve Jobs tuviera Ă©xito y no terminara en gerentes desnortados y desconectados de sus equipos era que, bajo la batuta de Jobs, Apple se organizaba como una startup en la que todo giraba en torno a una "visiĂłn comĂșn". La capacidad de descubrir y comunicar esa visiĂłn conjunta convertĂ­a a los gerentes en lĂ­deres que marcaban el camino a los empleados mĂĄs brillantes.


"Los empleados brillantes se autogestionan. No necesitan ser administrados. Una vez saben quĂ© hacer, van a descubrir cĂłmo hacerlo, no necesitan ser administrados. Lo que necesitan es una visiĂłn comĂșn", aseguraba Jobs durante su entrevista. "Eso es el liderazgo: tener una visiĂłn, ser capaz de articularla para que la gente que te rodea pueda entenderla y llegar a un consenso sobre una visiĂłn comĂșn”.


Elegir a los empleados adecuados


Ese enfoque continuó vigente durante décadas y, en otra entrevista en 2010, el fundador de Apple declaró: "Hay un tremendo trabajo en equipo en la cima de la empresa, que se transmite a través de toda la empresa. El trabajo en equipo depende de confiar en que los demås cumplan con su parte sin tener que estar observåndolos todo el tiempo Esa confianza de Jobs en sus empleados se basaba en un sistema reclutamiento sólido en el que los candidatos debían demostrar una determinada actitud frente al potencial tecnológico de Apple y lo que ellos podían aportar.


"Se llega a un punto en el que uno mismo decide a quién deja entrar en ese grupo. Por eso considero que el trabajo mås importante de alguien como yo es el de reclutar. Lo mejor que puede pasar es cuando se consigue un grupo de 10 personas excelentes", recordaba Steve Jobs durante su entrevista.


Los empleados de Apple que formaban el equipo de desarrollo del Macintosh, recordaban su implicaciĂłn en el proceso de reclutamiento de los nuevos candidatos a incorporarse a su equipo.


Los candidatos hablaban con todos los miembros del equipo, no solo con el departamento de personal, y entre todos decidían a quién se contrataba. Si no mostraban verdadero entusiasmo por lo que se les mostraba, se quedaban fuera. "Si se mostraban aburridos o simplemente decían 'Oh, es un buen computador', no los queríamos. Queríamos que sus ojos se iluminaran y que estuvieran realmente emocionados. Así sabíamos que eran uno de los nuestros", confirmaba Andy Hertzfeld, uno de los responsables del sistema operativo del Macintosh.


En este blog Tim Cook aprendiĂł de Steve Jobs algo que muy pocos lĂ­deres practican: a cambiar de opiniĂłn sin miedo


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