Así es el interior de Cortex: el cerebro de inteligencia artificial superpotente de Tesla

Elon Musk ha mostrado cómo luce el interior de Cortex, el nuevo supercúmulo de inteligencia artificial (IA) de Tesla. Este gigantesco “cerebro digital”, ubicado en la sede de Tesla en Austin, Texas, promete revolucionar el desarrollo de la IA en la compañía.

A través de una publicación en X, el CEO de Tesla ofreció un tour virtual de Cortex, una impresionante red de supercomputadoras diseñada para entrenar modelos de IA de última generación.

Cortex no es solo un capricho tecnológico: es un componente crucial en la estrategia de Tesla para liderar la vanguardia de la IA. Este supercúmulo está compuesto por miles de GPUs de alto rendimiento diseñadas para realizar cálculos complejos y procesar enormes volúmenes de datos a una velocidad sin precedentes.

La infraestructura de Cortex incluye una red de servidores interconectados que permiten una comunicación rápida y eficiente entre las distintas unidades de procesamiento, optimizando así el entrenamiento de modelos de IA.

Este supercúmulo tiene el objetivo de impulsar el desarrollo de modelos que no solo optimicen el rendimiento de los vehículos eléctricos, sino que también mejoren otros productos energéticos y tecnologías de la compañía.

Entre los posibles usos de los avances logrados con Cortex se encuentran la mejora de la autonomía de los vehículos, la optimización de las redes de energía renovable y la creación de nuevas soluciones para el hogar inteligente.

Cortex será fundamental en la evolución de los sistemas de conducción autónoma de Tesla, ya que los modelos de IA entrenados con el poder de este supercúmculo podrán procesar datos de sensores y cámaras de manera más rápida y precisa, permitiendo a los vehículos adaptarse a diversas condiciones de conducción y a escenarios complejos en la carretera.

IA en Tesla

La creación de Cortex se enmarca en una estrategia más amplia de Tesla para posicionarse como líder en IA y aprendizaje automático. La empresa ha invertido significativamente en la investigación y desarrollo de esta tecnología desde hace algunos años, desarrollando sus propios chips de procesamiento de IA, como el D1, que se utilizan en sus centros de datos para entrenar redes neuronales avanzadas.

Tesla también ha estado trabajando en el desarrollo de su propio software de IA, el Full Self-Driving (FSD), que busca transformar el concepto de movilidad con vehículos completamente autónomos. La integración de Cortex en este proceso representa un avance crucial en el camino hacia la autonomía total de los vehículos.