Máquinas que se autoamputan y fusionan con otras: ¿Es esta la próxima frontera de la robótica?

En el mundo de la robótica, la imitación de mecanismos biológicos ha llevado a avances sorprendentes. Un nuevo estudio presenta máquinas capaces de autoamputarse y fusionarse con otras, emulando comportamientos observados en ciertos organismos vivos.

Según los científicos, este desarrollo abre las puertas a robots con capacidades de adaptación y supervivencia sin precedentes.

Por ejemplo, reptiles, crustáceos e insectos pueden amputar sus propios apéndices en respuesta a amenazas, mientras que las hormigas pueden fusionarse temporalmente para construir puentes. Este concepto de edición morfológica implica la adición y sustracción de masa, un principio que ha sido adaptado a la robótica modular.

¿Cómo funcionan las máquinas que se autoamputan?

La investigación describe una interfaz cohesiva reversible hecha de elastómero termoplástico. Esta permite una fuerte adhesión y fácil separación de módulos de robots blandos sin necesidad de manipulación humana directa.

La unión reversible tiene un módulo similar a los materiales comúnmente utilizados en la robótica blanda, lo que permite su distribución por todo el cuerpo del robot sin introducir incongruencias mecánicas.

Con un formato parecido al de una estrella de mar, el robot puede desplazarse mediante movimientos de sus extremidades. Llegado un determinado momento, se puede observar cómo una piedra obstaculiza el paso de una pata.

Para demostrar la utilidad de esta tecnología, los investigadores implementaron la unión reversible en dos formas:

¿Cuáles son las implicaciones futuras de este tipo de robots?

Los científicos señalan que este trabajo apunta hacia un futuro donde los robots podrán cambiar radicalmente de forma mediante cambios en su masa, a través de la autotomía y la interfusión. Además, resalta el papel crucial que juega el cambio en la rigidez de la interfaz en los sistemas biológicos y artificiales autotomizables.

La capacidad de un robot para autoamputarse o fusionarse con otros no solo mejora su adaptabilidad y capacidad de supervivencia, sino que también amplía las posibilidades en diversas aplicaciones, desde misiones de rescate hasta la exploración de terrenos hostiles.

Asimismo, las máquinas que se autoamputan y fusionan representan un gran paso hacia la creación de robots verdaderamente versátiles y resilientes, capaces de enfrentar y superar los obstáculos más difíciles.