Siguen saliendo a la luz detalles rocambolescos del alunizaje de Odysseus. La Luna es difĂcil sin Neil Armstrong a los mandos
Cuanto mĂĄs se sabe del alunizaje de Intuitive Machines, la primera empresa privada en llegar a la Luna, mĂĄs milagroso parece que su nave Odysseus aterrizara de una pieza. O mejor dicho, casi de una pieza.
El plan B. Intuitive Machines descubriĂł dos horas antes del alunizaje de la nave Nova-C 'Odysseus' que el sensor encargado de medir su distancia a la Luna no funcionaba. HabĂa sido desactivado en tierra para evitar que sus lĂĄseres dañaran los ojos de algĂșn tĂ©cnico, pero nadie se acordĂł de conectarlo de nuevo, lo que requerĂa instalar manualmente un mazo de cables.
Durante los 12 minutos que siguieron, la nave tuvo que calcular a través de sus cåmaras (es decir, comparando imågenes fotograma a fotograma) a qué altura se encontraba y a qué velocidad estaba descendiendo.
Viva de milagro. SegĂșn ha revelado a Ars Technica el CEO de Intuitive Machines, Steve Altemus, la nave pensĂł que estaba a 100 metros del suelo en el momento del alunizaje.
Los motores de metano y oxĂgeno lĂquido seguĂan frenando, pero en lugar de aterrizar con una velocidad vertical de un metro por segundo, Odysseus impactĂł contra el suelo tres veces mĂĄs rĂĄpido y con un importante desplazamiento lateral, lo que provocĂł que una de sus seis patas se rompiera, como acabarĂa demostrando una foto.
La nave acabĂł tumbada, con dos de sus cuatro antenas apuntando hacia abajo y sus instrumentos consumiendo mĂĄs energĂa de la que producĂan sus paneles solares, debido a su inesperada orientaciĂłn.
Pero estaba viva, al igual que sus cargas a bordo, que era el objetivo principal de esta segunda misiĂłn de transporte comercial a la Luna.
11 crisis en 12 dĂas. Es el nĂșmero de problemas potencialmente catastrĂłficos que Intuitive Machines tuvo que sortear desde el momento del lanzamiento de la nave para que la misiĂłn no acabara en fracaso.
De hecho, fue justo despuĂ©s del lanzamiento cuando los controladores de la misiĂłn se dieron cuenta de que no podĂan navegar en el espacio porque el rastreador de estrellas de Odysseus no funcionaba. Afortunadamente, el cohete Falcon 9 de SpaceX habĂa hecho una inyecciĂłn translunar perfecta de la nave.
La Luna sin un Neil Armstrong. Uno de los momentos mĂĄs memorables de la misiĂłn Apolo 11 fue cuando Neil Armstrong decidiĂł tomar el control del MĂłdulo Lunar para aterrizar manualmente.
El sistema de navegaciĂłn automĂĄtica estaba los estaba llevando a Ă©l y Buzz Aldrin hacia una zona llena de rocas y crĂĄteres, asĂ que Armstrong confiĂł en sus habilidades de piloto para alunizar en un lugar seguro segundos antes de que la nave se quedara sin combustible.
La mayorĂa de los intentos de alunizaje son autĂłnomos y dependen de sensores para medir distancias y evitar obstĂĄculos, ya que no tienen a nadie a bordo para aterrizar manualmente, como Neil Armstrong. Pero eso no significa que sea un enfoque equivocado.
Hard landings contra soft landings. Los soviĂ©ticos habĂan enviado una docena de sondas a la Luna cuando lograron su primer alunizaje suave en 1966. Desde entonces solo cuatro paĂses lo han conseguido: Estados Unidos, China, India y JapĂłn. India fue la primera que lo hizo cerca del polo sur y China es la Ășnica que lo ha hecho en la cara oculta de la Luna.
Lo de Odysseus también se considera un alunizaje suave: iba mås råpido de lo esperado, pero siguió funcionando. Es la primera nave privada que lo logra después de los fracasos de la israelà Beresheet y la japonesa Hakuto-R. Y por eso, con el tiempo, nos olvidaremos de las 11 crisis y de su rocambolesco alunizaje a ciegas y solo recordaremos que tuvo éxito.
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