NVIDIA acaba de romper la ecuación que predijo el futuro de la tecnología, según su CEO. La IA necesita su propia Ley de Moore

La brutal inercia de NVIDIA va más allá de su facturación y la potencia de sus chips: también aplica a su crecimiento exponencial. El rendimiento de sus procesadores se ha multiplicado por mil en una década, rompiendo así la predicción que llevaba guiando el desarrollo tecnológico desde 1965.

Por qué es importante. La Ley de Moore, que pronosticaba la duplicación del poder computacional cada dos años, se queda muy corta frente a la velocidad a la que avanza la IA, concretamente la de NVIDIA.

Entre líneas. El dominio absoluto de NVIDIA en chips para IA –el que le ha convertido en la empresa más valiosa del mundo, trono que se va turnando con Apple– explica el optimismo de Huang. La pregunta es si podrá mantener este ritmo de innovación y democratizar la IA.

Profundiza. Huang propone tres nuevas leyes de escalado que sustituyen a Moore:

¿Y ahora qué? El próximo desafío de NVIDIA será hacer accesible la computación en tiempo de prueba, vital para modelos como O3 de OpenAI. De hecho, una suscripción mensual a ChatGPT Plus cuesta lo mismo que una sola tarea de O3.

En este blog NVIDIA Project Digits es el comienzo de algo muy grande: un supercomputador de escritorio para la IA

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