Elon Musk quiete intentar una maniobra extrema en el pr贸ximo vuelo de Starship. Primero se lo tiene que permitir el Gobierno
Han pasado casi cuatro meses desde el cuarto vuelo de Starship. El 6 de junio, el Booster 11 despeg贸 a la hora programada, se separ贸 de la Ship 29 sin inconvenientes y se coloc贸 en vertical para amerizar en un punto previsto del Golfo de M茅xico. Ese mismo d铆a, Elon Musk tuite贸: "Creo que deber铆amos intentar atrapar el cohete con los brazos de Mechazilla en el pr贸ximo vuelo".
Un poco de contexto. Starship es el cohete m谩s grande de la historia. Consta de dos etapas: el propulsor ('booster') Super Heavy de 70 metros de altura y la nave ('ship') Starship de 50 metros. Ambas est谩n pensadas para aterrizar por su cuenta, llenarse nuevamente de combustible y volver a volar en unas pocas horas.
El plan para el vuelo 5 de Starship es lanzar el cohete y esperar a la separaci贸n de etapas. Si hay alg煤n problema, el propulsor Super Heavy volver谩 a sumergirse en el Golfo de M茅xico. Si todo sale bien, la telemetr铆a es correcta y el propulsor se encuentra en buen estado para aterrizar, volver谩 autom谩ticamente a la plataforma de lanzamiento para ser atrapado.
Una vez sobre la torre de lanzamiento, el propulsor de 70 metros encender谩 sus motores orientables y se colocar谩 junto a Mechazilla, que cerrar谩 sus brazos de forma coordinada para atrapar el cohete al vuelo. Nunca se ha probado nada parecido, y el riesgo es alto: si fallaran los motores, el cohete podr铆a acabar impactando en la torre o la plataforma de lanzamiento; dos de los componentes m谩s costosos y dif铆ciles de reparar del programa Starship.
La buena noticia en este caso es que SpaceX acaba de construir una segunda torre en sus instalaciones de Starbase, al sureste de Texas. Todav铆a le faltan componentes clave como los brazos rob贸ticos, pero en alg煤n momento estar谩 lista para lanzar una Starship. De hecho, la nueva torre est谩 ya adaptada a las versiones 2 y 3 del cohete, que ser谩n m谩s altas y potentes que la actual.
Los cohetes que se usar谩n en el vuelo 5 han superado varias pruebas de encendido y est谩n listos para volar desde principios de agosto. Son el Booster 12 y la Ship 30. El propulsor no trae grandes cambios con respecto al Booster 11, pero tiene antenas Starlink renovadas para la transmisi贸n en tiempo real de im谩genes y telemetr铆a, as铆 como nuevos largueros en los estabilizadores aerodin谩micos.
La nave, por su parte, tiene un nuevo escudo t茅rmico. Es dos veces m谩s resistente que el anterior y lleva una capa de material aislante por debajo que, con suerte, evitar谩 los graves da帽os que sufri贸 la Ship 29 al reentrar sobre el oc茅ano 脥ndico durante el vuelo 4. Objetivo que, por lo dem谩s, cumpli贸 con 茅xito.
Aunque t茅cnicamente est谩 lista para volar, la Starship no podr谩 despegar hasta finales de noviembre porque est谩 a la espera de la licencia de vuelo de la Administraci贸n Federal de Aviaci贸n (FAA). En esta ocasi贸n, el regulador estadounidense no est谩 investigando la Starship por ning煤n incidente, sino por los cambios en la nave (como el escudo t茅rmico) y el plan de vuelo (especialmente, la maniobra para atrapar el propulsor con los brazos de la torre de lanzamiento).
La FAA tambi茅n ha retrasado la licencia de vuelo por cuestiones ambientales relacionadas con el deflector de llamas, unas planchas de acero colocadas bajo la plataforma de lanzamiento que disparan agua para refrigerar la plataforma. Este dispositivo demostr贸 ser crucial para el despegue de Starship, pero preocupa a organizaciones ambientalistas por el agua vertida en el entorno natural.
El retraso en la licencia de vuelo ha enfurecido a Elon Musk, quien ha iniciado una guerra dial茅ctica contra la FAA y el gobierno de Estados Unidos; guerra que piensa escalar a los tribunales por una multa relacionada con el Falcon 9.
Si bien es cierto que Musk lleva meses atacando al gobierno de Joe Biden y, 煤ltimamente, trata de interferir en la carrera presidencial de Kamala Harris, SpaceX tiene que aumentar la cadencia de lanzamientos de Starship si quiere cumplir con su compromiso de aterrizar en la Luna para la NASA.
La actividad en Starbase no ha parado en ning煤n momento. SpaceX acaba de rescatar del fondo del Atl谩ntico el Booster 11 del vuelo 4. Ha hecho pruebas con los brazos mec谩nicos de Mechazilla y el Booster 12. Est谩 construyendo las primeras Starship V2. Sigue a帽adiendo mejoras a la torre de lanzamiento 1 y la nueva torre 2. Y mientras tanto, ultima los preparativos del vuelo 6.
Pero no veremos a ninguna Starship despegar hasta que la licencia de vuelo est茅 aprobada. Lo 煤nico que SpaceX tiene permiso para hacer es un vuelo id茅ntico al cuarto y, como hemos visto, no es lo que pretende. Atrapar el Super Heavy para colocarlo en la plataforma de lanzamiento har谩 posible la reutilizaci贸n r谩pida del propulsor. El objetivo es que en el futuro vuelva a volar en cuesti贸n de horas.
En este blog La advertencia de Elon Musk al gobierno de EEUU es cierta: China est谩 cada vez m谩s cerca de tener su propia Starship
No hay comentarios.: