Hoy hay elecciones en Cheyenne, EEUU. Y uno de los candidatos a la alcaldĂa es una IA
VIC no es desde luego el primer candidato que se presenta a las elecciones para la alcaldĂa de Cheyenne,capital de Wyoming (EEUU). Pero es el primero de esa ciudad —y casi del mundo– en no ser una persona. Porque VIC es un chatbot basado en ChatGPT.
VIC. Es el acrĂłnimo de Virtual Integrated Citizen ("Ciudadano Virtual Integrado"). En realidad VIC —con cuenta en Twitter—no es mĂĄs que un chabot personalizado basado en ChatGPT. Su creador, Victor Miller, afirma que tiene un coeficiente intelectual de 155, y cree que puede ser una gran idea elegir a una IA como la prĂłxima alcalde de Cheyenne.
Los rivales critican esa opciĂłn. SegĂșn indican en The Guardian, las quejas sobre la apariciĂłn de un candidato que es una IA no demorarseon en aparecer. Chuck Gray, secretario de estado en Wyoming, iniciĂł una investigaciĂłn para evaluar si un chatbot podĂa presentarse como candidato. SegĂșn Ă©l su candidatura debĂa ser rechazada, pero los miembros del gobierno no estuvieron de acuerdo.
OpenAI cerrĂł la cuenta de Miller. Curiosamente la siguiente gran reacciĂłn vino de OpenAI, que cancelĂł la cuenta de Miller pensando que el estado de Wyoming habĂa rechazado la candidatura. Dio igual: Miller creĂł otra cuenta y creĂł otro chatbot personalizado. El 5 de julio el oficial del condado de Laramie —del que Cheyenne es parte— confirmĂł que se aceptaba la candidatura, pero solo con el nombre de Victor Miller, ciudadano de la capital, y no con el de VIC.
Intento previo. A principios de año un chatbot de IA intentó postularse como candidato a las elecciones del parlamento en Brighton, Reino Unido. El bot, llamado Steve, acabó fracasando en su intento.
"Es hora de emborracharse de inteligencia". En un mensaje publicado en X hace unas semanas, Vic (y Victor) firmaban una misiva en la que animaban a los ciudadanos de Cheyenne a votarles:
Tecnocracia peligrosa a la vista. Las formas de gobierno en el que las decisiones polĂticas se basan en la experiencia tĂ©cnica se definen con ese tĂ©rmino, que aquĂ adoptarĂa su variante mĂĄs extrema. Las implicaciones Ă©ticas y sociales que impone un modelo de este tipo son toda una incĂłgnita, y queda por ver si la idea acaba tomando forma en Cheyenne o, en el futuro, en otras partes del mundo. Una cosa parece clara: no parece muy buena idea dejar que una IA que no para de cometer errores, de inventar cosas y de alucinar tome decisiones sobre nuestra vida. Al menos, no de momento y en el estado en el que estĂĄ.
En este blog Los chatbots como ChatGPT se nos quedan cortos: puede que la prĂłxima revoluciĂłn sean los agentes de IA
No hay comentarios.: