Chips cerebrales de Neuralink darán “superpoderes” a los humanos para competir con la inteligencia artificial
En el marco de una reciente entrevista en el podcast de Lex Fridman, Elon Musk ha dejado claro que Neuralink, su empresa de neurotecnología, está desarrollando chips cerebrales que podrían otorgar a los humanos habilidades extraordinarias.
Y es que, según Musk, estos implantes no solo prometen mejorar la salud mental y física, sino que también podrían ser la clave para mantener la supremacía humana frente a la inteligencia artificial (IA).
Neuralink es una empresa de neurotecnología fundada por Elon Musk en 2016 con el objetivo de desarrollar interfaces cerebro-computadora avanzadas. Su misión es crear dispositivos que permitan una comunicación directa entre el cerebro humano y las máquinas, facilitando así el tratamiento de enfermedades neurológicas y potencialmente ampliando las capacidades cognitivas humanas.
Los chips cerebrales de Neuralink son dispositivos implantables diseñados para interactuar con el cerebro a través de una red de electrodos. Estos chips se colocan en áreas específicas del cerebro y están equipados con una serie de diminutos electrodos que pueden registrar la actividad neuronal y estimular regiones cerebrales con alta precisión.
Según Musk, la idea es que estos chips puedan leer y escribir información directamente en el cerebro, permitiendo no solo la recuperación de funciones perdidas por enfermedades o lesiones, sino también la posibilidad de mejorar ciertas habilidades cognitivas y motoras.
Mínimamente invasivo
Un aspecto destacado de la tecnología de Neuralink es su enfoque en la minimización del invasivo proceso quirúrgico. Para ello, la empresa ha desarrollado un robot quirúrgico especializado que se encarga de implantar los chips con alta precisión, minimizando el daño al tejido cerebral y reduciendo el tiempo de recuperación.
La tecnología de Neuralink está aún en fases de desarrollo y prueba, y la empresa ha realizado demostraciones de sus capacidades en modelos animales, con el objetivo de avanzar hacia ensayos clínicos en humanos en el futuro cercano.
A principios de este año, la compañía realizó la primera implantación de su chip en un paciente humano y, recientemente, ha llevado a cabo la segunda.
La empresa tiene previsto implantar estos dispositivos en diez pacientes más a lo largo de 2024.
Más allá de su rol inicial
En diversas ocasiones, Musk ha sido crítico acerca de los posibles riesgos asociados con el desarrollo descontrolado de la IA, subrayando la importancia de tener un plan de seguridad robusto para evitar que la tecnología supere a la humanidad.
Es por ello que, para el ejecutivo, la resolución de problemas como el daño neuronal es solo el primer paso, ya que el objetivo final es utilizar Neuralink para facilitar una comunicación más eficaz con los sistemas de IA, contribuyendo a una mayor seguridad y control sobre esta tecnología emergente.
La ambición de Musk es clara: dotar a los humanos de “superpoderes” para que puedan no solo coexistir, sino prosperar en una era dominada por la inteligencia artificial.
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