Los abogados de Sam Bankman-Fried renuncian por su "tuiteo incesante y perturbador"
Posteando a través de él
Incluso cuando estĂĄ sumido en el caos por su nuevo propietario, Elon Musk, Twitter sigue causando grandes problemas a la gente -sĂłlo hay que preguntarle a Sam Bankman-Fried, el ahora famoso fundador de la bolsa de criptomonedas FTX, cuyos abogados acaban de despedirlo como cliente porque se negĂł a dejar de tuitear.
Como informa Bloomberg, el bufete de abogados Paul Weiss anunciĂł que ha dejado de representar a SBF porque su "incesante y disruptivo tuiteo" estaba haciendo imposible la tarea de defender al caĂdo jefe de las criptomonedas.
"Informamos al Sr. Bankman-Fried hace varios dĂas, despuĂ©s de la presentaciĂłn de la bancarrota de FTX, que han surgido conflictos que nos impiden representarlo", dijo Martin Flumenbaum, un abogado de Paul Weiss, en un comunicado.
SBF no STF
En los dĂas siguientes al dramĂĄtico colapso de FTX, su asediado fundador de 30 años se fue volando de los dedos, publicando hilos crĂpticosen los que expresaba su incredulidad por el colapso de su intercambio. En una entrevista posterior con el New York Times, SBF admitiĂł que habĂa estado "improvisando" e "inventando sobre la marcha" tras la quiebra.
Los abogados que se han ido son casi con toda seguridad una mala noticia para Bankman-Fried, que ahora se enfrenta a un montĂłn de problemas legales por la quiebra de FTX, pero tambiĂ©n podrĂa haber un resquicio de esperanza social en todo este lĂo.Para alguien como SBF -un bebĂ© nepo certificado que a principios de mes era una de las figuras mĂĄs poderosas de la criptomoneda y un importante donante polĂtico- recibir una bofetada tan pĂșblica podrĂa significar que se estĂĄ produciendo un cambio en la forma en que las instituciones manejan las crisis de la cadena de bloques.
Y oye, si no hay nada mĂĄs, es otro capĂtulo excitante en esta prurito saga que hasta ahora ha involucrado s*xo, drogas y Tom Brady. No es una pistola humeante para implicar al polĂgono, pero sin duda lo aceptaremos.
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