Autocaravana atómica: caravana con forma de misil para apasionados de la energía nuclear

¿Recuerdas esa *escena del teléfono rojo*, Busquemos a Moscú* en la que Slim Pickens aborda un cohete nuclear con un sombrero de vaquero en la mano? Bueno, no es exactamente lo mismo que *Atomic Camper*, uno de los remolques más peculiares de los que hemos oído hablar, pero se parece a algo.

Más concretamente en la simulación de un artefacto nuclear. Porque el nombre de la caravana atómica dice exactamente lo que promete: una caravana que se acopla a nuestro coche en forma de cohete atómico. Una curiosa creación artesanal de Bill Guernsh. Vas como un cohete

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"¿Por qué no?" preguntó Guernsey en su casa. Y dicho y hecho. Este ciudadano de Alaska, que dice haber sobrevivido a un accidente de avión, se puso manos a la obra y dos años después tenía su lista de creaciones: un *remolque hecho a mano* con forma de misil atómico.

El resultado sorprendió a Víctor y Carrie, al igual que en Motorpasion, que decidieron hacerse con esta pequeña joya y empezar a viajar en su cabina atómica. Los resultados están en una página de Facebook enteramente dedicada a este objetivo y en el cuerpo anuncian un correo electrónico para contactar con ellos.

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Victor y Carrie debieron quedarse prendidos del curioso habitáculo de la Atomic Camper, construido a base de madera y recubierto de fibra de vidrio para asegurar su resistencia a las inclemencias climáticas. Inclemencias que son menos problemáticas gracias a que también dispone de calefacción.

Well summer is pretty much over. Prepped for winter and stored until next spring. Will be planning over the winter of places to visit next year. #atomiccamper #winterized #alaska #AK2TX2019 @ Anchorage, AlaskaPublicada por Atomic Camper en Miércoles, 26 de septiembre de 2018

De hecho, toda ella está alimentada por unas placas solares que garantizan calentar el habitáculo pero también el funcionamiento del refrigerador. Incluso *carece de generador eléctrico*, pues las placas solares le aportan la energía suficiente para estas necesidades.

Un banco acolchado, una cocina de gas y un buen número de cajones redondean un interior que, eso sí carece de cama por su reducido tamaño y particular reparto del espacio. Las formas redondas, las ventanillas de "ojo de buey" y algunos guiños del interior terminan por trasladarnos varias décadas atrás, cuando el mundo estaba fascinado por la energía nuclear.