El cofundador de Neuralink predice que la humanidad "colapsará"

El cofundador de Neuralink, Max Hodak, tiene una visión sombría del destino de la humanidad: el levantamiento de los robots es inevitable y dejarán a los humanos en el polvo.

La clave de su argumento, que es un poco difícil de entender, es que la IA probablemente no se adhiera a las ideas preconcebidas de la humanidad sobre los modelos políticos y económicos de la sociedad.

"Los humanos son objetivamente malos con el socialismo (y, por el contrario, el capitalismo es asombrosamente eficaz para el avance de la humanidad)", escribió en un tuit, "pero las máquinas podrían acabar razonando sobre sus identidades y comunidades de forma súper diferente".

Ese tipo de incompatibilidad podría llevar a algunas diferencias irreconciliables.

"Vamos a acabar muy mal", añadió.

El tipo de sistemas de valores que los humanos han utilizado para estructurar las sociedades a lo largo de la historia -independientemente de su éxito a la hora de provocar un cambio significativo- puede que pronto deje de ser relevante.

"Idk, creo que el punto más amplio es simplemente que las máquinas podrían terminar teniendo mucha más flexibilidad en la forma de organizarse que nosotros", reflexionó Hodak en un tweet. "Se necesitan generaciones para actualizar la tecnología cognitiva en las sociedades humanas". 

La noticia llega después de que Hodak dejara en mayo la empresa de implantes cerebrales Neuralink, que cofundó con el consejero delegado de SpaceX, Elon Musk.

"Ya no estoy en Neuralink (desde hace unas semanas)", escribió en un tweet. "¡Aprendí mucho allí y sigo siendo un gran animador de la empresa! Adelante con nuevas cosas".

Neuralink se ha encargado de desarrollar interfaces cerebro-ordenador, probablemente, a juzgar por el trabajo de Hodak en Neuralink, destinadas a difuminar la línea entre el ser humano y la máquina, lo que hace que sus recientes comentarios sean aún más intrigantes.

Para Musk, esa ha sido siempre la prioridad número uno. El multimillonario director general ha dicho en repetidas ocasiones que las máquinas acabarán viniendo a por nosotros, una señal de advertencia que debería motivarnos para adelantarnos al problema con tecnologías de vanguardia.

De hecho, toda la misión de Neuralink es "si no puedes vencerlas, únete a ellas".

Está por ver si los avances de la humanidad en IA y robótica nos permitirán idear nuevas formas de reorganizarnos para hacer frente a un futuro que se inclina rápidamente. Quizás Hodak tenga razón al creer que ese tipo de cambio podría llevar generaciones enteras.

Las máquinas, en cambio, parten de cero. Y si alguna vez llegaran a organizarse por sí mismas sin nuestra intervención -la singularidad, en efecto-, eso podría llevarnos a la desaparición.