Bebés editados genéticamente con CRISPR son inmunes al SIDA.

 





Un tribunal chino ha condenado a He Jiankui, el científico que anunció que había creado los primeros bebés editados genéticamente del mundo, por "pråctica médica ilegal", y ha dictado sentencias mås cortas para dos colegas que le ayudaron. Los castigos ponen fin a las especulaciones sobre si el gobierno chino presentaría cargos penales por un acto que conmocionó al mundo, y es probable que disuadan a otros de un comportamiento similar, dicen los científicos chinos.


Se ha especulado mucho sobre si otros científicos seguirían los pasos de He, sobre todo teniendo en cuenta la facilidad de uso de la herramienta de edición genética mås popular, CRISPR-Cas9. Pero los castigos son "sin duda un elemento disuasorio para conductas similares en China", afirma Wei Wensheng, investigador de edición genética de la Universidad de Pekín.


El 30 de diciembre, el Tribunal Popular del distrito de Nanshan, en Shenzhen, anunciĂł que, en busca de "fama y beneficios", He y dos colegas habĂ­an incumplido la normativa y la Ă©tica mĂ©dica y de investigaciĂłn al alterar los genes de embriones humanos que luego fueron implantados en dos mujeres, segĂșn la agencia de noticias Xinhua. Una de las mujeres dio a luz a mellizas a finales de 2018; el tribunal dijo que habĂ­a nacido un tercer bebĂ©, pero no dijo cuĂĄndo, una revelaciĂłn que encaja con una afirmaciĂłn hecha por He en noviembre de 2018 de haber implantado un embriĂłn editado genĂ©ticamente en una segunda mujer.


El Ministerio de Sanidad tambiĂ©n ha prohibido a los investigadores volver a trabajar con tecnologĂ­a de reproducciĂłn humana, y el Ministerio de Ciencia les ha prohibido solicitar financiaciĂłn para la investigaciĂłn, segĂșn Xinhua.

Los científicos chinos que actualmente investigan el CRISPR por su potencial para tratar diversas enfermedades genéticas mediante la modificación de células distintas de las embrionarias dicen que temen que las acciones de He puedan tener también un efecto amedrentador en su trabajo, aunque no sea tan



Etapa preliminar

Conmocionó a los científicos del mundo en noviembre de 2018 cuando anunció que su equipo de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur, en Shenzhen, había utilizado el sistema de edición genética CRISPR para editar el ADN de embriones humanos y hacerlos menos susceptibles al VIH. Las ediciones se diseñaron para interrumpir un gen que codifica una proteína que permite al VIH entrar en las células inmunitarias.


Los científicos condenaron las acciones de He, afirmando que la tecnología de edición genética era demasiado prematura para ser utilizada con fines reproductivos. También afirmaron que el experimento era problemåtico porque se corría el riesgo de introducir una mutación con efectos potencialmente dañinos mientras que ofrecía pocos beneficios: los bebés no corrían un alto riesgo de contraer el VIH. A raíz del escåndalo, los investigadores pidieron una moratoria sobre la edición de genes en embriones y células de la línea germinal.


En aquel momento, académicos chinos de derecho dijeron a Nature que He podría enfrentarse a una serie de cargos penales, entre ellos el de ejercer la medicina sin la cualificación adecuada, lo que puede ser castigado con hasta diez años de prisión, falsificar documentos éticos y eludir las leyes que prohíben el uso de tecnologías de reproducción asistida en personas con VIH. Fue despedido por su universidad en enero del año pasado.


El anuncio del tribunal pone fin a las sospechas de algunos investigadores de que el gobierno no presentarĂ­a una causa penal contra He por la mayor atenciĂłn que generarĂ­a en los medios de comunicaciĂłn, dice Tang Li, investigador de polĂ­tica cientĂ­fica de la Universidad de Fudan, en Shanghai. Los experimentos de He parecĂ­an avergonzar al paĂ­s, y su discusiĂłn fue ampliamente censurada en las redes sociales chinas. Pero Tang afirma que la divulgaciĂłn inmediata del resultado del tribunal demuestra el compromiso de China con la Ă©tica en la investigaciĂłn. Es un gran paso adelante en la promociĂłn de la investigaciĂłn responsable y el uso Ă©tico de la tecnologĂ­a, afirma.


Aunque en un manuscrito no publicado en el que se describen los experimentos figuran diez autores, segĂșn MIT Technology Review, He, Zhang y Qin son los Ășnicos que se enfrentan a sanciones hasta ahora. El manuscrito dice que Zhang "realizĂł las microinyecciones en embriones humanos", informa MIT Technology Review. Zhang, que estaba afiliado a la Academia de Ciencias MĂ©dicas de Guangdong y al Hospital General de Guangdong en el momento de los experimentos, ha sido condenado a dos años de prisiĂłn y a una multa de un millĂłn de yuanes. Los intentos de obtener un comentario del hospital sobre si Zhang sigue trabajando allĂ­ fueron infructuosos. Qin, un embriĂłlogo de la Universidad de Ciencia y TecnologĂ­a del Sur que figuraba como solicitante en el experimento que aparece en el sitio web de ensayos clĂ­nicos de China, fue condenado a 18 meses de prisiĂłn en suspenso y a una multa de 500.000 yuanes, segĂșn Xinhua. La universidad tampoco ha respondido a las preguntas de Nature sobre su situaciĂłn laboral actual.


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